100 años de Kleenex: la marca que transformó el cuidado en emoción

Más que una marca, Kleenex se consolida como un aliado emocional, invitando a reconocer que cada lágrima también puede ser un acto de fortaleza.

Durante un siglo, Kleenex ha estado presente en los momentos más íntimos, la risa, la despedida, el llanto, siempre evolucionando al ritmo de las emociones humanas. Lo que nació como un pañuelo práctico, se convirtió en un emblema de empatía y cuidado emocional.

En 2024, con la campaña regional “Kleenex 100”, la marca alcanzó un nuevo punto de inflexión, pasó de acompañar los momentos a resignificar el llanto como un acto de bienestar y liberación emocional. Bajo el poderoso mensaje “Toma Kleenex y libera tu fuerza”, invitó a las personas a reconocer sus emociones, validarlas y vivirlas como una expresión natural de fortaleza interior.

Llorar deja de ser un tabú

El impulso de abordar la salud mental desde el propósito nació al reconocer una verdad profunda, el persistente estigma que asocia el llanto con la debilidad. Frente a ello, Kleenex decidió alzar la voz y desafiar esa percepción con un mensaje poderoso y transformador: “llorar no es un signo de fragilidad, sino de fortaleza emocional.”

Este enfoque se materializó en una campaña local en Perú con la ONG Equilibrio, bajo el lema “Llorar no te hace débil”. En colegios de El Agustino y Pachacámac, más de 3 500 estudiantes, padres y docentes participaron en talleres de orientación emocional y psicoeducación ante un diagnóstico alarmante: más del 90 % de las escuelas carece de atención psicológica y el 32 % de los jóvenes de 15 a 29 años presenta problemas de salud emocional (MINSA).

Desde allí, el mensaje se expandió a la región con “Kleenex 100”, que incluyó empaques con mensajes positivos, podcast, foros y activaciones en Costa Rica, Guatemala, El Salvador, República Dominicana y Colombia.

Bienestar que mira al futuro

Kleenex no concibe esta iniciativa como un hecho puntual, sino como el punto de partida para construir, junto a sus consumidores, una cultura emocional más consciente y duradera. “El propósito de Kleenex va mucho más allá del producto: queremos seguir acompañando las emociones humanas y promover una cultura de empatía y autocuidado”, destaca Kenneth Hylton, director de Mercadeo de Cuidado Familiar en Kimberly-Clark para Latinoamérica, reafirmando su compromiso de inspirar bienestar y conexión emocional en la vida cotidiana.

Por esta razón, alineados a su propósito, la marca seguirá incorporando mensajes de apoyo en sus empaques, ampliando alianzas con organizaciones que trabajan en salud mental en comunidades y escuelas, y generando espacios de diálogo con expertos que acerquen herramientas reales de bienestar.

Una marca con sentido

El impacto directo de esta estrategia también se refleja en la cultura organizacional de Kimberly‑Clark. Su integración del bienestar emocional en el entorno interno confirma que el cuidado auténtico se traduce en acción: “acompañar las emociones de las personas es la forma más humana de cuidar”.

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