El set de la nueva temporada de Emily en París desembarcó en Venecia, y Lily Collins deslumbra con looks que reinventan la elegancia italiana con un sello muy Emily.
La icónica serie de Netflix se reinventa una vez más y expande sus escenarios al corazón de Venecia, donde actualmente se graban algunas de las escenas más esperadas de la quinta temporada. La ciudad de los canales, con su inconfundible mezcla de historia y romanticismo, se convierte en un telón de fondo perfecto para la narrativa que ha hecho de la moda un personaje más en la historia. Desde mediados de agosto, las calles venecianas han sido tomadas por cámaras, equipos de producción y, por supuesto, por los looks vibrantes de Emily Cooper.
Lily Collins, en su papel de Emily, fue vista luciendo outfits que combinan el atrevimiento de su estilo con un guiño a la estética clásica italiana. En una de las escenas más comentadas, aparece con un conjunto de lunares en blanco y negro: falda acampanada hasta la pantorrilla, top a juego y pendientes de aro XL. Un look que no solo rinde homenaje a la elegancia vintage, sino que también aporta el toque juguetón y excéntrico que caracteriza al personaje. En otra toma, la actriz sorprende con un vestido mini de lunares acompañado de una bufanda delicada al cuello y unos pendientes largos con destellos brillantes, completando el look con un labial rojo intenso que realza el aire sofisticado.
La llegada de Emily a Venecia no solo abre una nueva etapa en la narrativa de la serie, sino también en su lenguaje visual. Cada look visto hasta ahora refleja un diálogo entre lo clásico y lo contemporáneo, entre el glamour urbano y la esencia romántica de la ciudad italiana. La elección de siluetas atrevidas, accesorios statement y estampados icónicos deja claro que la moda seguirá siendo un motor clave de la historia, capaz de captar tanto el espíritu de los lugares como la evolución de sus personajes.
