Hace una semana, la galería abrió sus puertas de una manera distinta: convertida en escenario para una cena íntima que reunió a sus amigos más cercanos, cómplices de años de trabajo, exposiciones y proyectos que han marcado la escena contemporánea. Entre obras del artista Ruben Saavedra, conversaciones y brindis, el espacio celebró un nuevo aniversario resaltando el espíritu que la ha acompañado desde el inicio: crear comunidad, sostener el arte y mantener viva una mirada que evoluciona con cada artista que pasa por sus salas.




Fue una noche luminosa, cercana y genuina, donde coleccionistas, artistas y colaboradores se unieron para celebrar el camino recorrido y todo lo que aún está por venir.
