En el bullicioso corazón de Miraflores, frente al Parque Kennedy, acaba de abrir sus puertas Paco Yonque, un restaurante que va mucho más allá de la gastronomía: es un homenaje vivo a la memoria, la justicia y a las raíces que muchas veces la modernidad intenta olvidar.
Desde que cruzas la puerta, sientes que este lugar tiene alma. La propuesta está impulsada por La Lucha Partners, el grupo detrás de icónicos conceptos como La Lucha Sanguchería y Siete Sopas, y logra combinar una experiencia culinaria con un relato profundamente humano.
La carta, diseñada por el chef Heine Harold, es un festín de sabores que nacen de la tierra y el mar, con un protagonista especial: el yonque, destilado ancestral que proviene de los valles de Huánuco. Aquí, la parrilla es la reina, con cortes mixtos de carnes asadas al carbón y leña frutal, ideales para compartir. Pero el menú va más allá, incluyendo carrilleras, pastas artesanales, pizzas y platos criollos que sorprenden por su autenticidad y calidez.
Lo que hace único a Paco Yonque es la manera en que cada detalle cuenta una historia. En su primer piso, un boticario guarda más de 2,200 recetas de destilados tradicionales de distintas provincias. Entre santos y reliquias, el espacio parece susurrar las creencias y tradiciones de generaciones pasadas.
En el segundo piso, las salas privadas ofrecen una atmósfera íntima para quienes buscan una experiencia más reservada, mientras que el tercer nivel alberga el restaurante principal, donde la energía se siente vibrante y acogedora.
Cada receta tiene un origen, cada sorbo de yonque es una conexión con la historia y cada plato es una invitación a recordar que la cocina también puede ser justicia y resistencia.
Paco Yonque no es solo un nuevo restaurante en Miraflores: es una declaración de principios. Un lugar donde quienes fueron olvidados encuentran voz y donde los comensales se sientan a la mesa no solo a disfrutar, sino también a reflexionar.
Paco Yonque nos invita a detenernos y a brindar por lo que somos y de dónde venimos.
