Para su nueva edición limitada, la icónica paleta LES 4 OMBRES se adorna con los símbolos emblemáticos de la Maison.
Los atrevidos toques de color se llevan como una firma, dando a la mirada un atractivo de joya. Hay una paleta para cada estado de ánimo, siempre y cuando presiones el botón correcto.
Gabrielle Chanel lo decía en serio cuando afirmaba: «Los botones son muy importantes. Busca y encuentra pequeños botones encantadores». En CHANEL, los botones no son solo para abrochar una prenda. Cuentan una historia y expresan un sentido de estilo. Afirman un gusto y definen una apariencia. Más que un simple accesorio, el botón es un lenguaje propio, marcando el ritmo de la temporada.
Las sombras de ojos están grabadas con intrincados símbolos, una referencia audaz e intencionada al mundo de Mademoiselle. Una botella de N°5, una camelia, la Vía Láctea… un pequeño guardarropa de símbolos CHANEL para vestir la mirada. Estos pigmentos llenos de color son tan elegantes como divertidos, verdaderos tesoros para aplicar, admirar, desear y, sobre todo, coleccionar hasta el corazón. ¿Es una paleta? ¿Es una joya? Es ambas cosas. Una cosa es segura: tendrás que actuar rápido para hacerla tuya.
El accesorio de la temporada, LES 4 OMBRES BOUTONS, está hecho para la mujer CHANEL multifacética: libre y deliciosamente llena de contradicciones. Clic. Con un gesto elegante, presiona el botón. Debajo de la tapa curva viven cuatro tonos, cuatro estados de ánimo, cuatro historias.
Solo hay una pregunta: ¿qué botón se atreverá a llevar hoy?
Cuando elige los tonos satinados de rosa claro, rosa melocotón, topo y beige marfil, es Mademoiselle: tierna, suave y tan ligera como la gasa. Hay un toque de dulzura en esta joven, y también un poco de picardía. ¿En su bolsillo? Los amuletos de la suerte que nunca deja atrás: el trébol, el cometa, el N°5…
Cuando se siente barroca, viste su mirada con magenta brillante, dorado anaranjado, rosa suave y rojo cobrizo, evocando la opulencia y ligereza de los talleres de alta costura de la Maison. Esta mujer tiene carácter, ama el riesgo, abraza el exceso y presiona todos los botones a la vez.
En modo Couture, se adorna con la elegancia del marrón púrpura, beige rosado, marrón profundo y topo malva. Todo CHANEL —el tweed, el acolchado, la camelia, la cadena icónica— vive en su mirada.
Y luego llega la noche. Se vuelve estelar con beige ceniza, dorado, cobre terroso y azul plateado. Un cometa con tacones, brilla, se desliza y atrae todas las miradas, sin volver la vista atrás.
¡Clac! Una vez cerrado, el estuche se desliza nuevamente en su funda de gamuza discreta pero refinada, grabada con un símbolo exclusivo: botones, botones, siempre botones. Un toque de máscara negra y eso es todo. La mujer CHANEL está lista: mirada intensa, pestañas definidas. No necesita nada más. Ha presionado el botón correcto.
