El césped de Wimbledon no solo fue testigo de un vibrante encuentro protagonizado por Carlos Alcaraz, sino también de un despliegue de figuras icónicas de la realeza, el cine y la moda.
El enfrentamiento de Carlos Alcaraz en Wimbledon fue mucho más que un hito deportivo: se convirtió en una postal perfecta del cruce entre tradición, realeza y cultura pop. El icónico torneo británico vivió una jornada donde cada saque fue acompañado por el aplauso de figuras que representan distintos mundos, reunidos por el magnetismo del deporte y el encanto de la ocasión.
Desde España, el rey Felipe VI llegó especialmente para apoyar al joven tenista murciano, reafirmando el vínculo que une a la Casa Real con los grandes talentos deportivos del país. Su presencia en el Royal Box británico compartió protagonismo con la de la princesa Kate Middleton, el príncipe William y sus hijos George y Charlotte, quienes aportaron cercanía y calidez al evento.
Pero no solo la realeza acaparó miradas. Las gradas fueron también una pasarela discreta de estilo y elegancia: Nicole Kidman, Naomi Campbell, Keira Knightley y Paul Mescal se sumaron a la lista de asistentes que convirtieron las tribunas en un despliegue de moda silenciosa, donde cada look acompañó con sobriedad la intensidad del partido.
Wimbledon volvió a confirmar su carácter único: un escenario donde la tradición británica se funde con el fervor por el deporte, el protocolo real y el arte de vestir bien. Wimbledon volvió a demostrar que es mucho más que un torneo de tenis: es una cita donde la tradición, la elegancia y la emoción se entrelazan con maestría.
Fotografías: Getty Images